Desde la Crisis

Foro Cope. Carlos de la Sierra Torrijos. 03/11/2010

Buenos días:
Quisiera, en primer lugar, agradecer al Presidente de la Junta su participación como Ponente de este Foro, que ha organizado la COPE. Y quisiera agradecer a todos los que participáis en él con vuestra presencia activa y participativa.
La historia de esta Caja Rural nos ha llevado a patrocinar este evento que tiene por tema la agricultura y la economía. Ambas cosas van íntimamente unidas a la vida de la Entidad que me honro en presidir, tanto en sus orígenes como en el momento actual. En sus orígenes cuando fue creada por las Cooperativas agrarias como en la actualidad inmersos como estamos en una Fusión con las Cajas de Albacete y Ciudad Real, con el fin de seguir dando el mejor servicio a nuestros socios y clientes y de manera muy especial a nuestro sector fundacional.
Permitidme en esta mañana de otoño, con este entorno privilegiado, que formule unas breves reflexiones en voz alta, que den pie a la intervención de nuestro ilustre ponente.
·        Desde muy pronto, quizás por haberlo vivido en propia carne, experimenté siempre un sobrecogimiento íntimo ante aquel momento “revolucionario” de la historia de la humanidad en que el ser humano dio el salto “cualitativo” y se convirtió en “cultivador de la tierra”. Aquel cambio supuso, sin duda, una revolución en toda regla con múltiples consecuencias. Quizás por eso uno conserva el arraigo quijotesco a la tierra, sabiendo que, sin esa raíz, el espíritu de universalidad se cimentaría sobre arena.
Quizás fuera entonces, aunque esto lo expresaran clásicos posteriores, cuando esa comunidad más elemental que el a comunidad doméstica, (la “oikos”), se empezara a consolidar y surgiera ese saber práctico que tiene a la casa como objeto y que desde entonces hemos llamado “economía” (“oikos-nomos”).
¡Cuánto mejor nos iría si no olvidáramos ni las raíces ni las etimologías!.
Ante los presentes, creo que no necesita reivindicación la idea de que la agricultura sigue teniendo un peso importante en la economía de nuestra provincia y de nuestra autonomía. Un mínimo dato:
De los 36.743 titulares de una explotación agraria, 25.495 tienen como ocupación principal la agricultura en nuestra provincia. (Donde hay 91.000 ocupados). Dicen que con la crisis económico financiera, la agricultura se está convirtiendo en foco de atracción. Seguramente que si a la parte agraris le sumamos la parte agroindustrial, esa suma supone el 50% del PIB de la Región.
Hay que racionalizar las explotaciones, pero no perder capacidad de empleo y distribución de riqueza.
Para ellos hay que seguir apostando por el modelo cooperativo, con vocación de mercado, con creciente dimensión empresarial y reforzamiento de estructuras comerciales, con fomento de la integración del sector, internacionalización y promoción de los productos.
Aprovecho para expresar mis mejores deseos para que los dos nuevos Programas anunciados por la Consejería de Agricultura sobre Plan de Competitividad de las Cooperativas Agroalimentarias y sobre Internacionalización del Sector Agroalimentario tengan éxito y magníficos resultados. Contad con estas Cajas Rurales, como siempre.
·        Internacionalizar… competir… Tenemos enfrente un fantasma que se sigue disfrazando muchas veces como factor de progreso y desarrollo y que se llama globalización. La Globalización. Sin embargo, la globalización nos atenaza y, como hemos podido comprobar en esta crisis, hemos sufrido y estamos sufriendo sus estragos. No destrocemos nuestras lanzas contra “molinos de viento”. La globalización lleve en sí misma algo perverso y contradictorio. Su perversidad es su contradicción. Y ésta consiste en que, precisamente, no es global, sino parcial y sectorial. Se confunden los medios, el instrumento, con el fin. “La globalización meramente económica no hace más que agravar los desequilibrios”, dice el profesor Sampedro. Y eso que cuando escribió esta frase aun no estábamos metidos en la crisis.
El primer paso y fundamental, es tomar conciencia de la situación: conocerla y reconocerla. La palabra “crisis” tiene dos acepciones fundamentales: es el juicio que se hace de una cosa después de haberla examinado detenidamente y, a su vez, significa “decisión” (del griego “Krino”). Qué curioso: los alemanes, además de utilizar la palabra greco-latina “krise” utilizan “Entscheidung” que significa justamente “decisión”.
No sé si la expresión “salir de la crisis” es la más adecuada. ¿Se trata de volver a un estado que era en gran medida ficticio?. ¿Es una cortina alienante de humo sobre una realidad desagradable?.
Saldremos “desde la crisis”. Sabiendo quiénes somos, dónde y cómo estamos. Juicio y decisión. Conocimiento y oportunidades.
Termino. La vida es un “Adviento” permanente. (Permítanme aquí y ahora, en este contexto y en este día del mes de diciembre, esta descripción…) Esta actitud Expectante se hace más real en momento de crisis. Deseo que esta Espera se convierta en Esperanza. Que la actitud pasiva y estática, receptora, se transforme en actitud dinámica y emprendedora. Vamos a “superar” esta situación (en el sentido clásico del término, es decir, asumiendo y transformando lo que tenemos y los que somos en una realidad nueva). Para ello necesitamos una gran dosis de humildad, realismo e imaginación. Y no lo olvidemos, una gran dosis de Solidaridad. Todos estamos invitados y obligados a esta tarea.